martes, 11 de mayo de 2010

MAYO EN LA TOSCANA

“En mayo, el sauce se enamora del estanque, el sol de las rosas, mi corazón de la felicidad que hay en el aire. En mayo, la abeja encuentra en los miles y miles de flores el secreto de su dulcísima miel…” (de un anónimo trovador del siglo XIII)
Hablemos del mes de mayo
Mayo florido, alegre, bullicioso, lleno de renacimientos, el cielo es más azul, el aire transparente y trae aromas de hierbas agradables, la naturaleza se despereza y despierta en esplendor, y nosotros contemplamos una vez más la maravilla.

(El agradecimiento de Buovo D'Antona y Drusiana delante de sus hijos)
Las canciones de los trovadores
¿Podría ser mayo el mes de los poetas? Cuando se llenan de inspiración, seguramente cuando los trovadores recorrían el mundo sentían que este mes requería hablar de las flores y del amor caballeresco y tal vez utópico.
Jaufrés Ruèls de Valía, trovador y poeta aquitano en legua de oc, que vivió en Provenza hace muchos siglos, cantaba en su lengua original la delicada canción: “Quan lo rius de la fontana s’eclarzis, si cum far sol e par la flora aiglantina….”
Una canción que el legendario trovador repetía acompañado por su mandolina o su laúd, su romanza decía:”…cuando, como ocurre, más limpia brota el agua de la fuente, se abre la rosa eglantina y el ruiseñor, en su rama repite, modula, retoca y afina su dulce canción, justo es que también yo pueda cantar de am
or…”
Este trovador, al volver el mes de mayo, de Tierra Santa, y recordar a la bella princesa de Trípoli, cantaba: “…cuando los días son largos en mayo, me gustan los dulces trinos de los pájaros y me hacen recordar un amor; pero más grande será mi alegría de mayo cuando le pida fidelidad…”
Jaufrés Ruèls o Raudal, se había enamorado de la condesa de Trípoli, sin verla, por lo que oyó decir de ella a los peregrinos que volvían de Antioquia, se hizo cruzado para verla y cayó enfermo, yendo a morir en los brazos de la princesa en Trípoli.
La historia de un ramo de flores
Los antiguos latinos, para asegurarse una continua fecundidad en sus tierras, solían realizar, a principios de mayo, en honor de la diosa Maia, un simbólico ofrecimiento de flores y un sacrificio especial de animales: el de sus maialis, es decir, de una cerda (sus) llamada maialis, porque estaba dedicada a la diosa.
Este antiquísimo rito, acompañado de danzas y cantos (Carmina Arvalia), nos ha dejado dos curiosidades, una palabra muy común y una insólita tradición folklorica, el vocablo es el nombre del animal (en italiano, “maiale” significa cerdo), la costumbre folklórica es la fiesta de mayo, un ramo de flores adornado muy vistoso que se cuelga en varias zonas de Italia centro-meridional a la puerta de la casa en la última noche de abril.
En tiempos más recientes se ha comenzado a llamar “mayo” al canto que alegres grupos van repitiendo puerta a puerta el primer domingo del mes, recibiendo a cambio vasos de vino y comida, costumbre que data del siglo XIII y que se inicio en la Toscana.
En el siglo XVII esta costumbre estaba muy arraigada alcanzando en Liguria una gran popularidad, bonitos ejemplos de sus canciones son:
“Mayo hermoso alegra el mundo entero; y cuando la golondrina va por el aire volando, mayo ha llegado cantando; y el ruiseñor canta día y noche, mayo está aquí, y sobre la rama del olivo, canta el pájaro contento”, y:
“Dadnos huevos de nuestras gallina; Dios os las guarde de las zorras que se las llevan. Nuestra boca quisiera beber, porque ya no puede cantar”.

La tradición tuvo en Toscana una evolución especial, el ramo de flores arraigó en el teatro, desde finales del siglo XVI hasta el siglo XIX, los cantos de mayo se enriqueciero
n con varios personajes, la reina de mayo, el rey, los caballeros, el juglar… El escenario de este teatro era el prado o un claro de un bosque, los espectadores hacían un circulo alrededor como puede verse en viejos cuadros y participaban de la puesta en escena.
Los héroes de caballería también entraron a formar parte de las “Fiestas de Mayo”, inspirándose en el repertorio de Fioravante y de Buovo de Antona.
El éxito de este género teatral hizo que se editaran las obras: “Mayo de Semíramis”, “Mayo de Cantino”, etc.
Hoy, más de cien años después las ediciones que se hicieron son muy apreciadas y buscadas por coleccionistas por su belleza y delicadeza.
La tradición a día de hoy no se ha perdido del todo sobre todo se mantiene en Versilia. (a la izquierda, mapa de Versilia)

2 comentarios:

  1. Qué interesante es leer todo esto, es tan nuevo para mi. Muchas gracias por tan buena explicacion. Un besote

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails