lunes, 21 de marzo de 2011

OTROS SÍMBOLOS SAGRADOS


“Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca”

(Juan 19:29)

El mundo vegetal ha estado siempre unido a la historia y la tradición, muchas prácticas religiosas se relacionan con simbolismos vegetales, entre muchas otras plantan unidas a manifestaciones externas de ceremoniales de culto podemos recordar las siguientes:

El olivo, representa el símbolo pascual más difundido, dentro del Cristianismo, considerado también como planta sagrada en el mundo musulmán porque al extraer aceite de él se le tiene como “fuente de luz”, defensa contra las tinieblas y salvación contra las potencias del mal.

En Jerusalén, desde los primeros tiempos del Cristianismo, se necesitaban grandes cantidades de aceite para alumbrar el templo; y se cuenta que en el año 460, para la Pascua, donó la emperatriz Eudoxia diez mil medias de aceite a la Iglesia del Santo Sepulcro.

La Palmera, su carácter sagrado viene de su uso en el domingo de Ramos, que celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, ocho días antes de Pascua. En España se cuelgan grandes ramos de palmera en los balcones y el significado antiguo de tal costumbre era el de preservar a las viviendas de las calamidades; muchos de los ramos vienen de los bosques de palmeras de Elche, únicos por su extensión en toda Europa, los árboles, cultivados con una técnica especial para conservar una blancura especial en el follaje pueden ser despojados de sus ramas solamente cada cuatro años.

En Italia, las palmeras más conocidas son las de Bordighera, ciudad que tiene el privilegio de ofrecer los ramos bendecidos al Santo Padre.

El laurel, se corta el Domingo de Ramos como signo de purificación y como antídoto de buen augurio contra toda suerte de enfermedades y desgracias.

La rosa, por la disposición geométrica y concéntrica de sus pétalos evoca la secuencia de los órdenes celestes y ha sido considerada siempre como una flor sagrada. En Roma, en el Renacimiento, solía ser bendecida por el Papa en el llamado “Domingo en rosa”, hoy día, aún se asigna a las personalidades más eminentes del mundo cultural y político, como signo honorífico “una rosa de oro”.

La azucena, símbolo de pureza, para los pueblos de Grecia era la imagen misma de la inmortalidad, su estilización es general en todo tipo de arte arcaico y clásico.

El jazmín, por el candor de sus pétalos y su intenso perfume, tiene un gran simbolismo desde la Edad Media, en la que no había claustro de convento o monasterio que no acogiera esta planta de origen mediterráneo.

Los budistas atribuyen también significado especial a la flor de jazmín y alrededor de algunos de sus templos, como en Ceilán, se extienden campos enteros en los que entran fieles para llenar grandes cestos de sus blancos pétalos que luego ofrecen al dios como acto de oración y acción de gracias.

El hisopo que, hoy día está tan olvidado, era muy apreciado por los hebreos que utilizaban su hojas para esparcir agua bendita.

La cebada, el trigo y la lechuga, sembrados y conservados en ambientes oscuros, sirven en Semana Santa para ornar los sepulcros. Esta tradición cristiana procede una practica griega que se producía en las fiestas de Dionisio en el solsticio de verano, en la que se preparaban los lechos de Adonis formados por una lanilla fresca y blanca producida porlas semillas de estas plantas, lechuga, trigo y cebada, terminada la ceremonia, los restos eran arrojados al mar.

Hay otras plantas que no cumplían una finalidad de culto y religiosa, sino más bien de protección supersticiosa, sobre todo en zonas agrícolas, fueron:

El espino albar, usado como seto y también como antídoto contra las malas influencias.

El boj, nombre latino: “buxus sempervirens”, desecado y conservado, se empleaba para echar agua bendita a los difuntos, además, se creía que esta planta, quemada durante los temporales, tenía el poder de alejar los rayos.

El basílico, en latín, “ocimum basilicum”, era un símbolo de toma de posesión del hogar por parte de la esposa, cuando la mujer entraba en la cámara nupcial se colocaba una maceta de basílico en la ventana que debía cuidarse ya que su esplendor auguraba felicidad conyugal.

La higuera se plantaba junto a las viviendas para protegerlas, los griegos la consideraban sagrada y su fruto era el símbolo de una vida mejor. En el lib ro del Génesis, Adán y Eva se cubren la desnudez con hojas de higuera y en Roma era un árbol sagr ado porque Rómulo y Remo fueron amamantados por la loba bajo una higuera.

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