viernes, 2 de septiembre de 2011

GASTRONOMÍA EN “JUEGO DE TRONOS”


“…Desayunaron pan de centeno, huevos de ganso hervidos y pescado frito con cebollas y panceta, todo en una mesa montada sobre caballetes junto al río. La melancolía del rey se esfumó con las nieblas de la mañana, y no pasó mucho tiempo antes de que, comiendo una naranja, empezara a rememorar una mañana en el Nido de Águilas, cuando ambos eran niños…”


La saga literaria de “Canción de Hielo y Fuego” que recrea un mundo medieval con sus costumbres, unas nobles y otras bárbaras, y sus luchas de poder, según dicen inspiradas en la guerra de las dos rosas de Inglaterra, tiene el “duende” que hace que sus personajes tomen vida más allá de las páginas, como le ocurría a Sherlock Holmes, en la obra de Arthur Conan Doyle.

Entre otras curiosidades, es muy notoria la atención que el autor pone a la descripción de las comidas que los protagonistas degustan a lo largo de su obra, detalla primorosamente la composición de los platos y aún su aspecto y sabor, hasta los recuerdos que sus aromas evocan en los personajes.

Dentro de la preparación del autor para realizar una obra ambientada en época medieval está el saber que alimentos eran los disponibles en esos momentos históricos, en aquellas tierras imaginarias, así, en el plano de las Tierras conocidas de los siete reinos, tenemos la caza, los animales domésticos, los vegetales, las frutas, frutos y productos del mar y los ríos.

Uno de los alimentos más apreciados es el cerdo, también los guisos de pescado y el pan recién hecho, la mesa durante el primer tomo de la saga “Juego de Tronos” tiene platos que se sirven en las mesas más ricas y comidas para las situaciones de penuria.


Mesas Ricas

“…Mientras tanto se fueron sirviendo los diferentes platos de la cena. Una sopa espesa de cebada y venado. Ensaladas de hierbadulce, espinacas y ciruelas con frutos secos por encima. Caracoles en salsa de miel y ajo. Sansa no había probado nunca los caracoles, así que Joffrey le enseñó a sacarlos de su concha, y él mismo le puso el primero en la boca. Después sirvieron trucha pescada en el río aquel mismo día, horneada en barro; su príncipe la ayudó a romper la envoltura sólida para dejar al descubierto el pescado jugoso. Y cuando se sirvió la carne, él mismo le ofreció la mejor tajada con una sonrisa seductora…”


Entrantes:

Sopa de calabaza, espesa y dulce.

Sopa de cebada y venado.

Ensalada de hierba dulce, espinacas y ciruelas con frutos secos por encima.

Queso con pan frito

Caracoles en salsa de miel y ajo

Pan recién

salido del horno

Platos de enjundia:

Pan de centeno con huevos de ganso hervidos

Huevos duros con pan frito y jamón asado

Pescado frito con cebollas y panceta

Trucha horneada en barro (a la sal)

Guiso de pescado con zanahorias

Paloma asada

Pollo asado servido con verduras

Lechón asado

Cochinillo asado

Empanada de cerdo

Empanada de pichón y nabos con mantequilla

Empanadas de pichón y criadillas

Empanada de lamprea

Empanada de morcilla

Rebanadas gruesas de pan que sirven como plato para poner trozos recién sacados del espetón, chorreando jugos calientes

Espetones de cebolletas, guindillas y setas gruesas y jugosas

Uro asado lentamente en espitas de palo, rociado de mantequilla y de hierbas hasta quedar crujiente

Guiso de carne y cebada

Estofado

Postres

Panales de miel

Fresas y hierbadulce

Manzanas asadas con canela

Pastelillos de limón bañados en azúcar

Tartas de arándanos, limones y albaricoques.

Galletas

Ciruelas pasas

Naranjas y manzanas


Mesas Pobres

“…En el Lecho había tenderetes con calderos en cada callejón, en los que hervían guisos que llevaban años al fuego; allí se podía cambiar media paloma por un pedazo de pan del día anterior y un «cuenco de estofado», y hasta te ponían la otra mitad al fuego y te la asaban, siempre que uno mismo le quitara las plumas…”


Queso duro, pan recién hecho y leche

Carne seca salada

Panceta

Carne de caballo

Paloma asada

Ratas asadas


Mesas Exóticas

“…A Dany le gustaba el exotismo del Mercado Oriental, con sus extrañas formas, sonidos y olores. Solía pasar allí muchas mañanas,

mordisqueando huevos de árbol, empanadas de saltamontes y fideos verdes, escuchando las voces agudas y ululantes de los vendedores de pócimas, contemplando las manticoras en sus jaulas de plata, los inmensos elefantes grises y los caballos con rayas blancas y negras de Jogos Nhai…”


Carne de caballo asada con miel y chiles

Leche fermentada de yegua

Empanadas de saltamontes

Huevos de árbol

Fideos verdes

1 comentario:

  1. Yo en el blog le dedico toda la semana a recetas de esta estupenda saga por si alguien quiere echarle un vistazo. Un abrazo http://www.gordipan.com/2012/06/juego-de-tronos-pastelillos-de-limon.html

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