<< Puedes llenar la cesta con lo que quieras siempre
que no repitas ningún producto. >>
Quedó Candelaria extasiada ante tanta abundancia en aquellos
tiempos de penurias, una despensa repleta de manjares y olores, ristras de
chorizos, butifarra, leche, garbanzos, lentejas, azúcar, etcétera, no salía de
su asombro.
Cogió la canasta y con avidez fue echando lo que según su
entender podría proporcionar más calorías y por más tiempo, a su depauperada
familia.
Los párrafos anteriores son un extracto de la novela "La condesa de la Alhambra" de Pedro Blanco Naveros, una novela que tiene su espacio para describir los olores y sensaciones que los platos servidos tienen en sus protagonistas, a veces, rodeados de abundancia, y a veces, con ingredientes sencillos y humildes, pero siempre con recuerdos gastronómicos de las tierras que recorren en sus aventuras los protagonistas, Madrid, Granada y pueblecitos de la sierra de la Guajaras.
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