martes, 15 de febrero de 2011

CUANDO EL EROTISMO ESTA DE MÁS


“Amar y sólo amar es lo que quiero
consumir la manzana del Pecado,
sin más traje que el mismo Adán primero,
juntos los dos rimando los "Te quiero",
y en un único cuerpo amada y amado.
¿Oh, mi bella, oh mi ángel del Pecado!”

(Juan Manuel Naveros Burgos, “Mi ángel del pecado” del libro “Poma”)


¿Es el amor un encuentro entre dos seres vivientes? ¿dotan de sentido a la vida los actos de amor?, cuando hablamos de seres vivos los podemos identificar por cumplir con tres funciones esenciales propias de ellos, el acto de comer, el acto de evacuar y el acto de reproducirse.

Dar origen a nuevas vidas reproduciéndose puede realizarse como un instinto de conservación, o dotado de connotaciones amorosas y sentimientos, si hablamos de plantas, ¿podemos pensar que los árboles y las flores pueden reaccionar con mayor o menor entusiasmo eligiendo un momento dado o unas condiciones determinadas para reproducirse?, sabemos que las plantas y las flores reaccionan a los estímulos del medio ambiente y a los demás seres vivos, sufren estrés, agotamiento y también euforias vivificantes.

Por qué unas plantas lucen y crecen verdes y robustas y otras se mustian, y la diferencia solo está en las manos que las cuidan, ¿es cierto que detectan la simpatía que inspiran, y responden a ella con un crecimiento más rápido y esplendoroso? Esta demostrado que incluso la música o los cuidados son determinantes para el crecimiento de una planta o un comportamiento contrario que las lleve hasta terminar su vida secándose, pero ¿también podemos hablar de reacciones entre ellas?, posiblemente, si son capaces de detectar las vibraciones de su ambiente también pueden tener una conexión con “su otra mitad”.

Sabemos que hay plantas “macho” y “hembra”, solo que muchas veces solo puede saberse el género con un examen del DNA de la planta, aunque en algunas plantas es notorio el sexo, como en la planta “cannabis”, conocida también por marihuana, en la que los machos y hembras son diferentes, la marihuana hembra forma una flor con un cáliz de color verde, las flores crecen juntas y forman cogollos cubiertos de pistilos; la marihuana macho presenta flores con forma de bolitas verdes, que se abren en cuatro sépalos de los que cuelgan estambres amarillos cargados de polen.

En las palmeras datileras se diferencian también las hembras de los machos, para que produzcan dátiles las palmeras hembras deben ser “macheadas” con palmeras macho, se toma en el mes de marzo el polen del macho, que son las palmeras más bajas, y se fecundan las palmeras hembras atando racimos de polen en ellas.

Nosotros podemos animar el proceso de vivificación y reproducción de las plantas, ayudando cuando el ambiente no sea suficientemente propicio para su crecimiento, dándoles vitaminas, la planta necesita a veces estos cuidados como cualquier otro ser vivo, activando sus órganos y estimulando su crecimiento, así, las especies pueden ser sometidas a “curas” para conseguir animar una planta que por sí sola no puede verse esplendorosa, tal y como cualquier enamorado no correspondido respondería a un tratamiento cariñoso con vitaminas que levantaran su ánimo.

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