Muchas veces se busca lejos aquello de lo que disfrutamos sin apreciarlo suficientemente, nos complicamos con el misterio de lo lejano e inaccesible, menospreciando lo cercano y habitual, sin ver su importancia, y la capacidad de hacernos felices.
El enigma, lo mágico, lo difícil, tienen ese poder de atracción que nos hace perseguir a veces quimeras que nos alejan de la realidad, y del tesoro que esta puede encerrar, como narra Paulo Cohelo en su bella obra “El Alquimista”.
¿Podemos ayudarnos de alguna influencia que nos permita apreciar las cosas tal y como son y no nos aleje de nuestra realidad, facilitando que conseguimos nuestras metas, y que nuestra mente este despierta a los estímulos cercanos?
¿Son realmente útiles los talismanes de los que hablan tantos libros de encantamientos?, podemos contar con ellos para profundizar en nuestras capacidades y disminuir nuestros defectos.
Hay en los libros que han llegado hasta nosotros rituales muy complicados, casi irrealizables para las posibilidades actuales, pero también hay algunos muy sencillos y simples, que se basan en la naturaleza vegetal, bastando bajar al jardín para poder realizarlos.
Las flores unidas convenientemente pueden convertirse en un poderoso talismán, capaz de facilitar que sucedan cosas que deseamos, o de que sepamos discernir que hemos de prescindir de ese anhelo.
Un ramillete mágico que puede hacernos más sabios, más serenos y conscientes, despertando nuestra, a veces dormida, sabiduría e intuición.
Alquimia de símbolos florales
Cada flor encierra un significado especial, podemos hablar del “lenguaje de las flores”, pero una flor sumada a un ramillete puede convertirse en una influencia “mágica”, siempre que se respete la composición completa del ramillete.
No importa que las flores se recojan en distintas épocas y no todas estén en floración, porque basta con que algunas de las que está formado, hayan sido secadas a la sombra, debemos recoger las distintas flores que forman el “bouquet mágico” en sus épocas e ir secándolas, no todas las corolas deben estar frescas, finalmente cuando completemos el ramillete, debemos atar los tallos con un lazo de terciopelo violeta y confiar en su poder e influencia benéfica.
COMPOSICIÓN DEL RAMILLETE MÁGICO
Las especies que lo forman tienen un influjo particular sobre algunas parte de nuestro carácter, son 13 plantas, que se corresponden con las 13 letras de una antigua lengua, tal vez la caldea, empleada por los magos.
Nepeta (Nepeta Cataria) acentúa la vitalidad (flores u hojas)
Celidonia (Chelidonium majus) procura el triunfo en las empresas más diversas (flores u hojas)
Centaurea o azulejo (Centaurea cyanus) acentúa la fascinación de la persona. (sólo flores)
Viscum (Viscum album) confirma la virtud de las demás especies, (flores u hojas)
Heliotropo (Heliotropium annuus) hace descubrir la verdad, (solo flores)
Hyoscyamus (Hyoscyamus Níger) protege contra los peligros, incluso si son mortales, (solo flores)
Azucena silvestre (Lilium martagon) infunde fuerza, (solo flores)
Melisa (Melisa officinalis) conforta en las penas de amor, (flores u hojas)
Ortiga menor (Urtica ureas) hace valientes, (flores u hojas)
Pervinca (Vinca major o minor) procura las fidelidad de los que amamos, (solo flores)
Rosa (Rosa canina) facilita la participación en la magia, (solo flores)
Aro (Arum dracunculus) acrecienta la facilidad de aprender cualquier conocimiento, (flores u hojas)
Caña (Arundo donax) asegura la simpatía de quien vive al lado, (flores u hojas)
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