Salir de la ciudad, estar en contacto con la Naturaleza lejos del asfalto es algo que suele ser una necesidad periódica, sentir las flores campestres a nuestro alcance, lejos de jardines, lejos de macetas, como flores más cercanas y naturales; el olor de la tierra, su textura bajo la suela del zapato, tomar contacto con las plantas y el aire de los lugares rurales, da energía para continuar otra temporada alejados de las plantas en su estado natural.
Hay palabras que tienen cierta magia en sí mismas porque pueden transportarnos con la imaginación a los lugares que reflejan, como vereda, sendero, bosque, colinas, acantilado…, hacer una escapada conlleva pasear y disfrutar de esos lugares, pero no siempre estamos preparados para grandes y agradables caminatas por sus caminos agrestes e irregulares y nos cansamos demasiado pronto, seguro que desearíamos poder seguir sin esfuerzo disfrutando de esos apartados y bellos sitios si pudiéramos.
El punto de los coolíes
Los coolíes, en China, eran hombres que se dedicaban a cubrir grandes distancias a pie llevan
do pesadas cargas, también los transportistas de las famosas rickshaw llevaban en sus coches a muchos lugares diversos y distantes a personas durante sus largas jornadas de trabajo, se conoce como “el punto de los coolíes” un lugar en la pierna que estimula este órgano y su capacidad de aguantar las marchas, ya que termina con la sensación de pesadez y cansancio de las piernas tras largas jornadas, o cuando las fuerzas no responden, los trabajadores en China, cuando cargaban pesados fardos o arrastraban sus rickshaw, presionaban con un dedo el punto que quita el cansancio, que se encuentra en la cara externa de las piernas, a media distancia entre el tobillo y la rodilla, justo detrás del peroné. (Foto Porteadores en el Tibet tomada del blog http://culebrassinfronteras.blogspot.com/2009/11/7-dias-en-el-tibet.html)
Esta forma de actuar sobre el cansancio se basa en la técnica de la acupuntura descubierta en Oriente, sin necesidad de utilizar las famosas “agujas” se puede aliviar el malestar con la presión en las zonas precisas, según el Doctor Roger Dalet, según él hay que localizar el punto con sumo cuidado y estimularlo con un masaje, debemos apoyar la punta del dedo pulgar, índice o corazón y presionar fuerte para pasar a continuación a masajear rotativamente el punto en el sentido de las agujas del reloj durante unos pocos minutos.
También en Japón
Durante la guerra, los soldados japoneses que cubrían enormes distancias a pie a través de la jungla, cada veinte kilómetros quemaban ese punto descrito con las brasas de un cigarrillo y reanudaban la marcha, esta medida daba buenos resultados según parece, aunque puede hacerse de forma más cómoda y no hay que llegar a esos extremos para recuperarse de una buena caminata.
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