“¿Puedes adivinar lo que pretenden hacer los hombrecitos jardineros? Están intentando pintar las rosas de color rojo, y tienen muchísima prisa por dejarlas terminadas antes de que llegue la Reina. De esa manera tal vez la Reina no se dé cuenta de que en un principio el rosal era blanco: y entonces tal vez no les cortarían la cabeza a los hombrecitos.
Como ves había cinco grandes rosas blancas en el rosal --¡menudo trabajo pintarlas todas de rojo!--. Pero ya tienen terminadas tres y media, y si no perdieran el tiempo hablando --¡trabajad, hombrecitos, poneos a trabajar!” (Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll)
Estoy segura de que no es necesario hacerlo porque cada flor tiene un color en relación con su esencia y perfume, pero muchas veces lo sorprendente es encontrar las cosas trastocadas de sus características tradicionales y se entiende la trasgresión como una moda, así vestir a un bebé con colores fuertes, rojo o amarillo, en lugar de los clásicos colores pálidos pastel o encontrar rosas azules o margaritas rojas puede ser parte de una decoración novedosa que estimule visualmente por lo contradictorio.
Cambiar el color de las flores es posible, aunque no es tarea fácil, cuando queremos cambios radicales, uno de los sistemas más conocidos es sumergir las flores blancas en anilina y hacer que las margaritas adquieran un color azúcar cristal.
Conseguir que las flores blancas cambien su color parece operación más fácil que hacer que corolas azules o rojas pasan a ser amarillas o naranjas, o azules, ¿quien no repararía en un jarrón lleno de flores de tonos cambiados?.
Estos cambios pueden hacernos sentir estupor o admiración, pero sin duda harían que miráramos el ramo.
Fantasía entre las flores
Por medio de los ácidos se pueden dar colores diferentes a las flores, para hacer cambiar el color de las flores debemos sumergir las corolas cabeza abajo en ácido nítrico teniendo cuidado de no sumergir el tallo, debemos dejar la corola sumergida durante unos pocos minutos o durante 10 o 15 minutos, dependiendo del tipo de flor y la consistencia de sus pétalos y color original, inmediatamente después debe ser pasadas por agua corriente para eliminar los restos de ácido.
El ácido nítrico cambia las flores de color blanco a un tono limón, las violetas pasan a ser encarnadas, y las azules, como el acónito o las gencianas, toman un tono carmesí.
Una vez escurridas y secas las flores debemos hacer un pequeño corte al tallo y colocarlas en un florero con agua pura, podemos alternar flores en su color original con flores “teñidas”, como geranios amarillos, violetas rosas, gencianas azules, gencianas rojas…
Como los minutos de inmersión son aproximados es la práctica la que nos da el punto adecuado para dar salida a nuestros experimentos de color.
Otros sistemas
Si ponemos una rosa roja al vapor de azufre inflamado se vuelve blanca, si la ponemos en agua, al estar en contacto en ella vuelve a tomar su color primitivo a las 5 o 6 horas.
Si sobre los pétalos de rosas blanqueadas trazamos dibujos con un pincel empapado en una disolución de sosa, los pétalos se vuelven de color verde esmeralda brillante.
El cloro destruye los colores vegetales si metemos en una disolución de agua con cloro un ramo de flores pierden su color apareciendo blancas, así un ramo de violetas sumergido en esta solución puede parecer otro al sacarlo ya que aparecerá como un ramo de violetas blancas.
Tengo una duranta alba que sólo dió flores preciosas blancasen la primera floración, ahora dá flores violetas,cual podría ser la causa?
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