viernes, 30 de abril de 2010

AGUJA PALÁ EN SALSA ALMERIENSE


Esta receta marinera se la sabía mi amiga Nati que conoce muy bien las tradiciones de la tierra, el pescado, es muy parecido al llamado “emperador”, pero de carne más suave y blanca y se da en esta zona mediterránea. En Almería, en los bares, suelen ponen una tapa de “aguja” que consiste en un trocito de este pescado a la plancha, aliñado después, con ajo, perejil, aceite de oliva y limón.

Ingredientes: 2 filetes de aguja palá, 1 cebolla, 1 zanahoría, ¼ vaso de agua, la ½ con agua y la otra mitad con de vino oloroso, un poquito de harina para rebozar, ¼ de vaso de aceite, una ramita de perejil.
Preparación: Se enharina el pescado y se fríe como 1 minuto por cada lado, se aparta sobre papel de cocina para absorber el aceite sobrante; en el mismo aceite se sofrie cebolla picada y la zanahoria. Cuando tiene un color transparente la cebolla y la zanahoria se nota ablandada, se pasa por la batidora el sofrito.
Pasamos las rodajas de aguja a una cacerola junto con la salsa y añadimos el agua y el vino oloroso, dejamos hervir un poco (unos 3 o 4 minutos) a fuego suave.
Mientras pelamos de piel unas 12 almendras y las ponemos por encima laminadas con el perejil picadito para decorar.
Se puede servir con arroz como acompañamiento, ya que éste, blanco, es bueno o muy bueno para todos los grupos y signos.

Cromoterapia: Es un plato muy vitalista por sus colores claros, con predominio de blancos y naranjas, el verde y el negro de la raya del pez, le dan influencia de recogimiento y abstracción, muy buena elección si tenemos que memorizar alguna cosa o concentrarnos en algún tema.
Signos del Zodiaco: Leo, Virgo, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Grupos Sanguíneos:
Grupo O: Deliciosa receta de la que pueden disfrutar por ser todos sus ingredientes tolerados por este grupo sanguíneo.
Grupo A: Muy beneficiosa la receta para el grupo.
Grupo B: Receta apropiada para el grupo.
Grupo AB: Una receta acertada para ellos.

martes, 27 de abril de 2010

Mermelada con escudos y coronas

“El sol madura los frutos y las flores…, regala a la pulpa madura preciosos aromas.” (Canción popular española del siglo XIX)
¿Cómo serían las mermeladas de los antiguos? ¿Qué pueblo fue el primero en confeccionar esta exquisitez de la cocina?
Según sabemos ya en Egipto, la mermelada, era una delicia que formaba parte del menú de los faraones, los romanos también fueron unos grandes consumidores de esta forma de tomar fruta, aromatizando sus mermeladas con rosas o violetas, según una costumbre introducida por los pueblos árabes, muy aficionados a los platos dulces en su mesa.
Las mermeladas, se confeccionaban con fruta y miel y a menudo consistían en un almíbar de uva al que se incorporaban fresas, cerezas, albaricoques y otras frutas.
Más tarde cuando los cruzados volvieron del Oriente se incorporó un nuevo ingrediente a las recetas de mermeladas, el azúcar.
Podríamos decir que cuando se conoce este dulce aderezo, en las ciudades francesas comienza una pequeña guerra culinaria de las mermeladas, cada ciudad se disputaba conseguir con su ingenio el jarabe más refinado y las confituras más extrañas, a menudo a base de flores, como la “gelatina” de rosas y la de jazmín.
En esta pugna se distinguió la región de Provenza, hasta se cuenta que en Reims y en Aix los grandes personajes que llegaban en visita oficial, incluido el rey, eran acogidos por el jefe de los nobles con estas palabras: “Señor, os ofrecemos nuestro corazón, nuestro pan de especies y miel, nuestras peras maduras y nuestras confituras”.
Almanaque de Gotha
Se trata de una antigua guía de la realeza en el mundo, que fue publicada por primera vez en el año 1763, por un editor alemán en la corte de Federico III, y que destacaba por su exhaustiva enumeración de las dinastías reinantes y la alta aristocracia de la época, algunos de estos personajes han tenido episodios curiosos e interesantes que tienen que ver con la fruta en almíbar o en confitura.
El rey Juan II, llamado “el bueno”, durante su prisión en la torre de Londres, se llegó a consolar un poco saboreando especiales “azucarillos al almizcle” preparados por el cocinero de la corte.
Estos dulces, junto con la misteriosa mermelada al ámbar, cuya receta se ha perdido, no faltaban nunca en la mesa de Enrique III de Inglaterra.
Con ocasión del jubileo de la reina Victoria, se creó una confitura de cerezas “flambé” con el aguardiente de las mismas, que la soberana apreciaba mucho.
Cuando la Corte papal se trasladó a Avignon, los oficiales llamados “Escuderos en confituras” fueron alojados preferentemente en la ciudad de APt, célebre por las mermeladas y los jarabes, esta población era conocida por Madame de Sévigné como “reina de las confituras”.
Catalina de Medicis cuando fue a la corte francesa llevó consigo desde Italia una brigada de cocineros y especialistas en confituras y aromas.
Cuando el Cardenal Mazzarino, convertido en ministro de Francia, llegó a visitar Aix, en Provenza, entre los regalos de bienvenida, observó complacido que había 24 cajas de confitura de frutas y de flores.
Mermelada insólita de Higo Chumbo
Bien podía haber pasado por la misteriosa mermelada de ámbar, ya que el color que toma es de esa tonalidad ambarina, quien sabe si no serían estos frutos, los higos chumbos, los que se utilizaban para realizar ese apreciado dulce de las mesas más aristocráticas.
RECETA
1 kilo de higos chumbos, los de mejor calidad son los de secano, ya que sus pepitas son blandas y tienen más pulpa, 350 gramos de azúcar, el zumo de ½ limón y la cáscara de una naranja.
Se pelan y pasan por el pasapurés los higos chumbos para eliminar las pepitas, a la papilla obtenida se le añade el azúcar, se pone lo anterior junto a la cáscara muy fina (sin nada de blanco) de una naranja y el zumo del limón en un cazo y se mantiene a fuego medio durante 25 minutos, removiendo constantemente, apartamos del fuego y dejamos enfriar, nos dura unos diez días en la nevera.
Esta mermelada esta deliciosa con pan tostado o como relleno de tartas, nadie sabría decir su delicado sabor de donde procede si no se lo contamos.

lunes, 26 de abril de 2010

Los árboles sagrados

“Pediré a las flores que dibujen sobre le cielo una plegaria y a las hojas que escriban sobre el viento mi súplica y Tú, oh Dios, acuérdate de mirar los árboles para saber que yo he rezado”. (De un antiguo canto sudanés) Los rituales religiosos y las plantas estan muy relacionados, en los cultos paganos, se identificaba a los grandes árboles con la misma divinidad.
Los árboles han provocado sensación de respeto y protección en muchas culturas, se les ha atribuido una función mágica y se ha contado con ellos para hacer frente a muchas adversidades.
En la tradición cristina hay plantas con especial simbolismo como el olivo o la vid, la mostaza o la higuera, que han necesitado de muchos exégetas que comenten e interpreten los contextos y significados de los párrafos en los que aparecen, pero entre las creencias paganas hay múltiples ejemplos de plantas sagradas.
Desde Mesopotamia hasta el Sudán
En la antigua Babilonia los templos estaban rodeados por un recint
o sagrado que encerraba un bosque y una zona reservada a los animales destinados a ser inmolados durante los sacrificios, nadie podía tocar las plantas que crecían en los recintos de los templos, o equivalía a una profanación.
Entre sus plantas sagradas se encontraba la palmera, llena de simbolismo, como se desprende de restos arqueológicos. (Ninhursag, Enki y la palmera, a la derecha)
En los pueblos semitas, anteriores al reinado de David y Salomón, todavía nómadas y acostumbrados a las zonas áridas y desérticas, parece que tuvo gran importancia la palmera, tan importante en los oasis de los desiertos y desde donde estas tribus administrab
an justicia.
En Egipto, la función protectora alrededor de las moradas de los dioses se atribuía al “gladiolo” mientras que junto a la
puerta de los templos no podía faltar, al menos, un árbol de sicómoro .
En la India, estaba prohibido construir un templo en un claro de bosque sin árboles, sobre todo, los “banyan” de múltiples troncos, estos árboles conocidos como Picus Benghalensis, crecían alrededor de las construcciones dándoles protección y garantizando la “atención” de los dioses.
En China, junto a las pagodas surgen muchas veces grandes ejemplares de “ginkgo” (Ginkgo Biloba), una planta de las más antiguas que existen, por un ritual de tiempos remotos, era necesaria la existencia de un ejemplar junto a la puerta de cada templo, lo que ha sido un salvoconducto para que esta planta llegue hasta nuestros días.
En el Sudán existe la costumbre de que junto a la cabaña del custodio del “fetiche” de la tribu, vegeten cuatro árboles de acacia, de copa en forma de sombrilla y ramas paralelas al suelo.

Rituales
En la India junto a los templos, además de la cortina de bañan, esta siempre presente un grupo de “Ficus Religiosa”, llamada así porque desde muy antiguo se considera un árbol sagrado.
Las pagodas de Annam están rodeadas de bosquecillos de “lim” o tamarindo (Tamarindos), cuya madera es la única que puede usarse en la construcción de las columnas del peristilo, donde se desarrolla la vida de los monjes.
En Tonquín, para este mismo uso, se utiliza el “nghien” o sándalo (Adenanthera pavonina), de madera durísima y bello color.
En China, en los altares del “dios del suelo” hay cinco árboles que los rodean: un pino (de la especie Mugo), una Thuya, , una Catalpa bignonioides, un castaño y una acacia.
Por último, podemos recordar que en templos del Himalaya abundan los cipreses, estos árboles son los encargados de transmitir al cielo los mensajes de los hombres.

jueves, 22 de abril de 2010

BERENJENAS CON MIEL


Un delicioso plato con reminiscencias árabes, muy de moda entre las tapas de Murcia y ahora también en Almería aunque con variantes, en Murcia se cortan las berenjenas redondas y muy finas, y aquí en Almería se cortan en bastoncitos.
La diferencia entre comerlas en casa o en el bar, es que en éste, están crujientes y nada aceitosas, mientras que en casa chupan mucho aceite, esta receta, lleva un truco que me dieron para conseguir que en casa estén igual de buenas.

Ingredientes: 1 berenjena con piel lavada, medio vaso de harina, 2 vasos de agua de vichy catalán (supongo que cualquier otra con gas servirá, aunque yo utilizo esta marca), ½ cucharadita de sal, 1 cucharada de miel de caña y aceite suficiente para freír.
Preparación: Cortar la berenjena a bastoncitos (como se ve en la foto) y ponerla en un bol con 2 vasos de agua de vichy catalán y la sal, y dejar al menos 2 horas, aunque puede estar desde la hora del desayuno.
Escurrir entre paños de cocina muy bien los trocitos de berenjena y calentar el aceite, cuando esté en su punto, ir poniendo bastoncitos de berenjena pasados por harina (yo pongo la harina en una bolsa de plástico y al meter las berenjenas y moverla quedan cubiertas por todos lados, luego se ponen sobre un colador y se quita la harina sobrante), se fríen por tandas y se van poniendo sobre papel de cocina secante, cuando terminamos, ponemos por encima en forma de círculos la miel de caña.
Sugerencia: Los trocitos se pueden mojar en un vaso con agua antes de introducirlos en el aceite caliente, quedando más crujientes.
Cromoterapia: Es un plato que inclina hacía la interiorización, nos sumerge con su peculiar color en nuestro propio mundo interior y nos sirve para ensimismarnos en él.
Signos del Zodiaco: Aries, Géminis, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario y Acuario.
Grupos Sanguíneos:
Grupo O: No es una buena opción para los que tienen este grupo, además que no deben tomar fritos, la berenjena no esta recomendada para ellos. Mejor elegir otra receta.
Grupo A: Es una receta que les viene bien, con discreción ya que se trata de un frito y habrá que vigilar las calorías, pero la berenjena y la miel son favorables.
Grupo B: Las berenjenas son muy beneficiosas para este grupo sanguíneo, así que es un plato recomendable.
Grupo AB: Es una receta también recomendable para el grupo, al que la berenjena le sienta bien.

miércoles, 21 de abril de 2010

La Violeta, Tímida, Perfumada, Romántica


“Entre yerbas escondida – mira la oscura violeta, - que con su perfume inquieta, - como lámpara encendida - en la grana primavera; - cual tu vida ser debiera – la violeta te lo enseña, que en alta filosofía, - siendo reina de la umbría, - la pompa vana desdeña.” (Juan Manuel Naveros Burgos, “La Violeta”)
“Como ave precursora de primavera, en Madrid aparecen las violeteras…” comenzaba una memorable canción de la película “La Violetera” de Sara Montiel, y es que violeta, es un nombre que nos trae muchas evocaciones, nos recuerda la tragedia musical de Verdi “La Traviata” (la extraviada), cuya heroína se llamaba así, nos recuerda hermosos versos dedicados a ella, como el famoso lieders de Goethe sobre la tímida violeta: “¡Ay! Pensó la violeta, ¿Quién pudiera ser la más hermosa flor de la naturaleza, aunque solo fuera un instante?”; a pesar de su fama de flor modesta, mereció los cuidados y la admiración de un gran personaje histórico como Napoleón Bonaparte, cuentan que era un gran amante de las violetas, cada aniversario de boda, enviaba a Josefina un gran ramo de ellas, tal fue su vinculo con estas flores que se convirtieron en su emblema, llegando a llamarse a Napoleón con el apodo de “Cabo Violeta”.
Los mitos más antiguos cuentan que fueron creadas por Zeus como alimento dulce y delicado para la ninfa Io cuando fue convertida en vaca.
LAS RECETAS
Helado a la Violeta
Esta hecho más de perfume que de sabor, muy apropiado después de una cena copiosa y pesada, o como intermedio de una interesante partida de cartas, en todos casos el helado de violeta tiene la virtud de desviar las conversaciones hacia el romántico mundo de las flores.
Para preparar el helado hay que recoger un buen ramo de violetas del prado o de una especie conocida como “de Parma”, de corolas grandes y perfumadas. Después de ponerlas un rato en agua, es preciso mojar lo pétalos de las violetas en un recipiente, añadiendo ½ litro de agua que ha hervido junto con 125 gramos de azúcar haciendo un almíbar muy ligero.
Dar vueltas durante bastante tiempo hasta que se haya mezclado el sabor de las violetas con el almíbar y luego dejarlo reposar durante media hora. Filtrar la mezcla, recoger el líquido en un recipiente que pueda ser introducido en el congelador, y dejarlo hasta que adquiera consistencia granulosa, el sabroso resultado nos refrescará agradablemente.
Conserva de violetas
Deliciosa para endulzar el pan tostado o para rellenar bollitos, o una tarta.
Necesitamos 125 gramos de flores de violeta, 1 kilo de azúcar y 1 vaso de agua. Cocemos el azúcar y el agua hasta que la mezcla comience a espesarse (a punto de hebra). Separamos del fuego en este momento y le añadimos los pétalos bien limpios y pasados por la turmix con un dedo de agua, volvemos a poner el recipiente en el fuego y cuando el azúcar comienza a “hincharse” apagamos y vertemos la conserva en recipientes de vidrio que puedan ser cerrados herméticamente, y podemos contar con una deliciosa conserva muy perfumada y misteriosa sino decimos su origen.
Mermelada a la Violeta
Se prepara como la conserva, pero con una variación: después de cocer el azúcar y añadir la pasta de pétalos, se le añade un bote de mermelada de miel, se mezcla y se pone al fuego unos minutos.
El problema del color
Estos dulces de Violeta resultan de un sabor insólito y exótico, y vale la pena probarlo, pero tienen el problema del color, la bella tonalidad de las violetas no se conserva, y toman un color difuminado amarillento poco atractivo, por eso, para darles un aspecto “lila” es preciso añadir colorante.

domingo, 18 de abril de 2010

Cuando se honraba a las plantas con himnos y oraciones


“…encina legendaria, entre las crestas montañosas, allí donde las florests se hacen más oscuras y opacas, donde resplandecen las espectrales orquídeas”. (Vladimir Nabolkov, “Versos escritos en Oregón”)

En tiempos pasados las plantas, además de tener simbolismos que las relacionaban con temas sagrados, y con divinidades, asumían el papel protagonista y se les tributaban honores y oraciones, sucedía hace miles de años, sobre todo en Oriente, o al menos de aquellas tierras nos ha quedado mayor constancia, porque también parece que hubo ritos basados en adoración de plantas entre los Celtas y toda su mitología se hunde en un mundo de simbolismos con ellas.
En Oriente, la religión tenía referencias de tipo naturalista y las fuerzas de la Naturaleza estaban consideradas como expresiones de los poderes sobrenaturales, ello se confirma en escritos y pinturas de origen muy antiguo, como la recopilación de textos de “Atharvaveda”, éste libro sagrado, considerado el más antiguo texto de la religión de los vedas, recoge 731 himnos, entre los que se encuentra uno a las plantas.

Himno a las Plantas
“A todas invocamos: las oscuras, las blancas, las rojas y las manchadas, y las plantas de colores oscuros y también las negras.
Que puedan salvar al hombre de sus enfermedades; ellas, mandadas por los dioses, ellas, de las que el Cielo es padre, la Tierra madre, el Océano la raíz: ¡las plantas!
Las espesuras, las plantas que trepan, yo las invoco; ellas resplandecen y se dividen en grupos, se abren en ramas. Yo invoco las plantas que se elevan sobre todos los dioses, yo invoco a las poderosas que hacen vivir a los hombres.
Hijas del agua, crecen fortaleciéndonos; fieles de los mil nombre, que nos sean saludables. ¡Oh Plantas, permaneced con nosotros!
Liberadoras que alejáis el mal de Varuna, poderosas que destruís el veneno, que aniquiláis la muerte y neutralizáis los sortilegios, venid aquí, oh Plantas.
Miel es la raíz, miel la punta, miel el centro, miel la hoja, miel la flor. Para quien come, ellas son alimento de piel y de ambrosia: dejaos exprimir y derramad vuestro suavísimo néctar y todos vuestros dones nutritivos.
Todas vosotras, Plantas de las mil hojas, mientras vivimos sobre la Tierra, salvadnos de la muerte y de la angustia.
Plantas que crecéis sobre las montañas o en las llanuras, oh vosotras, propicias, sed saludables a mi corazón.
Nosotros os amamos, Plantas conocidas o desconocidas, las que nos son familiares y aquellas de las que nada sabemos.
Yo os llamo a todas en socorro del hombre: las conocidas por las águilas y los halcones celestes, las conocidas por los hombres y por los flamencos, las amadas por los animales del bosque o por las aves, yo las llamo en socorro del hombre.
Todas las plantas que viven en los pastos de los bueyes y de las vacas donde se nutren cabras y ovejas, pueden darnos protección y por tanto, os ruego, brotad aquí, en nuestro huerto.
Todas aquellas en las que los hombres expertos en el arte de curar encuentran un remedio, todas estas panaceas, yo las invoco y te las llevo a ti, que las necesitas.
Las que se abren en flores y espitas, las que llevan frutos y las que no los tienen, todas las que se dejan exprimir como madres para la salud del hombre que sufre, yo te las doy como una bendición divina”.

El canto a la ecología
¿Qué se puede añadir a tan bello elogio de las plantas? Se lee en silencio y se asimila su verdad, y surge un gran agradecimiento interno por ellas, a menudo tan olvidadas en nuestra vida urbana.
Respetar la naturaleza parece algo consustancias al hombre, pero vemos como se ciernen amenazas constantemente contra ella, y como no es una prioridad para los que nos gobiernan.
¿Es posible alejarse tanto de nuestros instintos de supervivencia, que sin duda han de pasar por el respeto y la conservación de nuestra hermosa diversidad natural?
En los textos sagrados indios de medicina mágica se lee un curioso himno a la “somavalli”, es decir, a la “Asclepia Ácida” de la que se extrae la soma, que es un licor usado durante los sacrificios y las ceremonias religiosas más importantes, es muy bello, prueba de ello es este pequeño extracto: “Cuando las Plantas descendieron del cielo dijeron: Todo hombre que crea en la vida será curado por nosotras de todo mal.
Oh Somavalli, más preciosa entre las Plantas que los centerares de especies, tú eres la mejor de todas, siempre pronta a los deseos, siempre dulce al corazón.
Plantas henchidas de soma, vosotras que estáis diseminadas sobre la faz del globo, deponed todas vuestras virtudes en esta pequeña y humilde platna que yo cultivo.
Vosotras que escucháis mi palabra y vosotras, las Plantas lejanas, corred todas y dejad todo vuestro poder en esta plantita medicinal de la que espero un gran beneficio.
Las Plantas hablan así a su Reina, la Somavalli: “Cuando un brahamín (el sacerdote) tiene necesidad de nosotras, oh reina, nosotras lo sabemos”.
Oh Somavlli, tú eres la reina inconstestada y los árboles están todos sometidos a tu autoridad: que ellos estén todos sometidos a la nuestra”.
La princesa zarzaparrilla
Si la veneración a las plantas nos asombran y nos hacen reflexionar, nos resultará interesante saber que los egipcios, 3000 años de J.C., habían erigido un templo en honor de la cebolla albarrana, la pequeña planta bulbosa se adoraba como a una diosa bajoel nombre de “Krommuon”.
En Túnez, entre las tribus nómadas, se le dan honores al a “Smilax aspera” o Zarzaparrilla, una beneficiosa planta medicinal que se llama “Mobrouka” y se califica de “princesa hija del príncipe”. Cuando un huésped entra en una tienda beduina llevando un ramo de estas plantas se oyen gritos de alegría y se le tributan grandes honores al que la porta.
Solo queda después de este resumen reflexionar sobre la importancia que de siempre se ha atribuido a la plantas con un reverencial respeto, que parece no ser compartido por todos en los tiempos que corren, pero que anima a unirse a todos aquellos que luchan por un mundo más ecológico.

sábado, 17 de abril de 2010

PAPAS ARRUGÁS Y MOJO PICÓN ROJO

Al estilo de mi amiga Nati.

Ingredientes: 1 kilo de patatas de calibre pequeño, un vaso de agua aproximadamente, un puñado de sal, 2 tomates rojos maduros y duros, 1 pimiento rojo de asar carnoso, 1 diente de ajo, 1 ramita de perejil, una punta de cucharita de comino molido, 1 guindilla, ¼ litro de aceite de oliva virgen, y ¼ de cucharita de sal.

Preparación: las patatas en Canarias son pequeñas, muy blancas por dentro y con la piel oscura y gruesa, y esas son las más indicadas para preparar las papas arrugás, aquí hay que apañarse con otros tipos de patatas, aunque debemos elegirlas muy pequeñas, las lavamos bien, porque la piel se come, y las ponemos a cocer en muy poca agua, que cubra solo el fondo de la cacerola, cuando llevan a fuego moderado y tapadas cociendo 15 o 20 minutos, depende del grosor de las patatas, pueden pincharse para saber si están a punto, se apartan, se escurren del poco líquido que quede, se les pone sal por encima, y se tapan con un trapo para que terminen de hacerse, y la sal tome se les pegue de la forma tradicional quedando “arrugadas”.

La salsa, de mojo picón, es especial de mi amiga Nati, igual que la forma de cocer la patata, y queda muy rica, mejor que las que se compran comerciales:

Poner los 2 tomates rojos lavados y cortados, junto con el pimiento rojo a trocitos, el diente de ajo, el perejil, el comino, la guindilla, la sal y el aceite en el vaso de la batidora, y batir hasta que quede una salsa rojo homogénea.

Cromoterapia: Marrones, blancos y rojos, son buenos para iniciar alguna actividad, o relación, si tenemos que acometer un nuevo trabajo, o iniciar una nueva amistad, es una mezcla apropiada para hacerlo con seguridad y buena predisposición.

Signos del Zodiaco: Aries, Leo, Sagitario, Géminis, Libra y Acuario.

Grupos Sanguíneos:

Grupo O: No están recomendadas las patatas para este grupo sanguíneo, porque les engordan, pero el resto de ingredientes les son neutros, podrían probar la receta de forma ocasional, pero no deben abusar de su consumo.

Grupo A: No se puede aconsejar esta rica receta para el grupo, no es aconsejable la patata, ni el pimiento, ni los tomates, por lo que mejor toman algún otro alimento más acorde con su constitución.

Grupo B: Las patatas son alimento neutro para el grupo, pero la salsa no les resulta apropiada al componerse de tomate, pueden cambiarla por la salsa verde, que también tradicionalmente acompaña a este plato, o no poner tomate en la composición de ingredientes para hacer la salsa.

Grupo AB: Es una receta compatible con el grupo que puede disfrutarla y relamerse de su exquisito sabor.

viernes, 16 de abril de 2010

Un vino con sabor de Primavera

La primavera besaba - suavemente la arboleda, - y el verde nuevo brotaba - como una verde humareda. - Las nubes iban pasando - sobre el campo juvenil... - Yo vi en las hojas temblando - las frescas lluvias de abril...(Parte de la "Primavera besaba" de Antonio Machado)
Esperamos ansiosamente el cese del invierno, de nuevo sentir el calor de los rayos de sol en nuestra piel, la gente mediterránea esta acostumbrada al florecimiento de mil sensaciones en primavera, y nos sentimos llenos de vida cuando miramos los campos llenos de flores amarillas y rojas amapolas, el efecto del color sobre nosotros es transmisor de nuevas energías y esperanzas.
Unas flores que anuncian con su aparición esos cambios, de clima y de “humor”, son las bellas y delicadas prímulas, su nombre deriva de la palabra latina “primus” primero, por lo rápido que florecen cuando aún el frío del invierno no se ha ido , abriendo sus corolas como anuncio de la primavera, son muy apropiadas para decorar, pero tienen otra antiquísima utilidad, la fabricación de un vino primaveral, cuya receta se detalla en un pequeño librito del siglo XIX.
En Francia estaba muy de moda en la época de la que data el libro, éste insólito vino, que se prepara hoy día en algunas localidades, y que, según atribuye el librito, tenía propiedades beneficiosas para predisponer a correspondernos a la persona elegida.
Sin pretender que algo tan poco científico pueda ser cierto, podemos aprender a hacer este vino simplemente porque está delicioso, y probar su rico sabor y, sólo de paso, qué influencia pueden tener las prímulas sobre los afectos.
LA RECETA
Poner a macerar en 6 litros de agua un puñado de flores de prímula, ½ kilo de azúcar,1 cucharada de mermelada de cerezas o de ciruelas, 1 vaso de jugo de limón y la monda de 1 limón.
Las flores, antes de ser colocadas en el agua, deben quedar desprovistas de sus tallos y de cálices verdes, para luego ser aplastadas con el fondo de un vaso, sin apretar demasiado con el fin de no dejarlas sin jugo.
Estas flores deben permanecer en maceración durante 100 días exactos; luego, el vino puede ser filtrado y puesto en botellas, pero antes de verter el vino en recipientes, hay que dejar caer en el fondo de cada copa un terrón de azúcar.

Las botellas deben estar muy bien tapadas y ser guardadas en un lugar fresco.

miércoles, 14 de abril de 2010

En todas partes cuecen habas

“Voluptuosidad de la Tierra, oh frondas, oh flores, oh frutos, alegría de todos, prole de las Estaciones sagradas, protento del Agua y del Sol, frondas, flores, frutos…” (G. D’ Anunzio – “Electra” libro II)

La superstición es algo tan viejo como el mundo y no se sabe quien la inventó, ni siquiera los chinos que tantos inventos tienen en su haber se atribuyen éste. La superstición, el fetichismo por determinados objetos o cosas, o incluso por animales se difunde por todas partes y desde tiempos inmemoriales, se relaciona muchas veces con primitivas prácticas religiosas, y creencias en propiedades que se atribuyen a objetos, animales y plantas, que pasan a ser considerados como amuletos.
Si nos centramos en las plantas-amuleto conocidas desde la antigüedad podemos acotar un poco el amplísimo campo de estudio de estos casos.

Las plantas de la salud
Entre las especies consideradas influyentes en el destino de los hombres está el ciso (Cissus quadrangularis), una planta trepadora de la familia de la vid, cuyos tejidos destilan un látex que contiene principios venenosos, en otros tiempos era tal el temor que infundía esta planta, debido a su facilidad de enredarse entre árboles y postes de forma casi animal, que los hombres la respetaban no cortándola, facilitando su rápida difusión por todo el mundo.
En época de los Romanos eran consideradas amuletos la mandrágora, por su raíz de formas humanas y por su uso con fines medicinales, la raíz de la achicoria, usada en varias pócimas, y también la salvia y la gramma.
Durante la Edad Media, sobre todo en Francia, se extendió entre la población una especie de temor religioso por el helecho águila, llamado “raíz de San Juan” y el 24 de junio se recogía esta especie con el fin de conservar la parte subterránea escondida en un cofrecito entre la ropa blanca para que “cuidara la salud de toda la familia”; un seguro contra las enfermedades, excepto la funesta influencia de la cuscuta, o “caballos de San Juan”, ya que si se descubría la noche de San Juan una de estas plantitas, la benéfica acción de la raíz del helecho, quedaba aminorada, a no ser que se colocara la rama de cuscuta en torno al tronco de una artemisia (llamada también “cintura de San Juan”) especie con muchas virtudes terapéuticas.
Las plantas del brujo
Muchas plantas debían su utilización como amuletos o contraamuletos, no a sus esencias y composición, sino a los usos que hacía con ellas el brujo o sacerdote en los ritos paganos.
En Indochina Central, desde tiempo inmemorial, el jengibre estaba considerado como fetiche del amor y de la muerte y de sus raíces se sacaban bebidas afrodisíacas para animar a los que no se mostraban muy dispuestos a corresponder al amor de alguien decidido a intentarlo todo.
En Asia Menor, el jengibre, hoy un condimento gastronómico, resultaba esencial para los hechiceros, para sus recetas mágicas, su gusto picante y aromático, quizá evitaba sabores poco agradables.
En China, los adivinos, usaban un tallo de milenrama (A.Milleforlium), lo que les permitía “escribir” el futuro.
En África existe un temor reverencial hacia las euforbias posiblemente por el látex blanco que esta planta rezuma en sus cortes de corteza.
Las tribus de los Mandara, en el Alto Benué los Banda del Alto Uranga, evitan aun hoy tocar las euforbias creyéndolas plantas sagradas y las rodean para no abatirlas en la selva
En Sudán se usaba antiguamente el látex de la euforbia como “suero de la verdad”, con una especie de ordalía, se ponía una gota en el ojo de los sospechosos y si se quedaban ciegos, algo frecuente y natural, la prueba del delito quedaba demostrada, siendo ejecutados.
En poblados Ubangas, en Sudán se cree que las euforbias tiene el poder de mantener alejados a los enemigos y a los ladrones y ponen estas plantas junto a las cabañas. Hoy día podemos determinar la ubicación de tribus desaparecidas o dispersas por la existencia de estas plantaciones en los lugares que fueron habitados.
Por último, una curiosidad con una flor muy habitual y conocida, el clavel; era sagrado para el pueblo Azteca y el pueblo Tepehua, que la conocían con el nombre de “cempoalxochitl”; y la usaban para decorar los altares y adornarse los sacerdotes en las danzas rutuales, por ello, cultivaban grandes campos con técnicas que hoy día aún serían consideradas muy oportunas y modernas.

lunes, 12 de abril de 2010

DELICIAS DE ACELGAS Y CARPACCIO DE CALABACINES


Estas recetas son de mi amiga Nati, que sabe sacar mucho partido alternativo a los vegetales.
Ingredientes: necesitamos pencas de acelgas, están tan ricas que la cantidad depende de lo mucho que nos gusten, pero con 300 gramos tendríamos suficiente, para ésta cantidad, 1 huevo, 1 vaso de pan rallado, agua, y aceite para freír; para el carpaccio de calabacines, necesitaremos 1 calabacín grande sin pelar, 2 cucharadas soperas grandes de aceite de oliva, unas gotas de zumo de limón, sal maldon (sal en escamas o flor de sal de elaboración artesanal), y una pizca de comino molido.

Preparación: limpiamos las acelgas, las lavamos y separamos las hojas, que utilizaremos en otra receta, de las pencas, éstas las cocemos 10 minutos en agua hirviendo (no más deben quedar “al dente”), escurridas, las pasamos por un plato hondo en donde hemos batido el huevo, después las pasamos por otro plato con pan rallado y las vamos friendo en aceite bien caliente, las sacamos y desengrasamos sobre papel secante de cocina y las servimos junto con el carpaccio de calabacín, quedan crujientes y riquísimas.
El calabacín sin pelar, lo cortamos muy fino, y ponemos en una fuente o plato, con unas gotas de limón, añadimos queso rallado por encima, preferentemente parmesano, ponemos una pizca de comino molido, sal maldon y por ultimo el aceite, dejamos macerar unos 15 minutos esta listo para desgustarse.

Cromoterapia: Un bonito color naranja que nos da ánimo y nos aporta un toque de confianza y decisión, nos puede venir bien en los días que van de lunes a viernes, y tenemos que tomar decisiones en el trabajo, junto con el toque verde y blanco del calabacín que nos procura sensatez, es una combinación muy oportuna para no equivocarnos en las alternativas.
Signos de Zodiaco: Aries, Tauro, Géminis, Virgo, Sagitario, Acuario y Piscis.
Grupos Sanguíneos:
Grupo O, las pencas de acelga, y el calabacín les sientan muy bien, otra cosa es el tipo de queso (se puede cambiar parmesano por mozzarella) y el rebozado, indudablemente serían más sanas cocidas, para cualquier grupo, pero entonces acabaríamos de un plumazo casi con el arte de realizar nuevos platos con texturas divertidas como éste, y teniendo en cuenta lo necesaria que es la creatividad en la cocina, se puede apostar que tomar esta receta no desestabiliza el metabolismo del grupo, ya que el contenido de trigo, del pan rallado y el huevo rebozado, son minoritarios en la preparación, por lo que puede tomarla.
Grupo A, las acelgas les sientan de maravilla, igual que el calabacín, el único toque de atención está en que el trigo les engorda y en el tipo de queso, pero dada la pequeña cantidad, puede decirse que es una receta que pueden preparar y consumir los de este grupo.
Grupo B, puede tomar este plato con las salvedades de que es un frito, y le resultan más sanos otros alimentos, pero puede tomar la receta sin problemas sin modificar.
Grupo AB, las acelgas les son neutras, y el calabacín favorable, el resto de ingredientes son tolerados por el grupo, por tanto pueden probar esta receta
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