sábado, 3 de abril de 2010

Las Rosas del Ulster

“No pertenezco a la vida conozco sólo el color. Y dentro de mí canto dichoso elijo el sueño buscando la paz. Los colores me dan luz me llaman hacia el infinito.” (R. Rosita - de “Pintor”)


Las rosas son emblemáticas en las Islas Británicas, desde 1455 a 1485 se produjo la conocida “Guerra de las Dos Rosas”, conflicto que enfrentó a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster, cuyo emblema era una rosa roja, contra los de la Casa de York, cuyo emblema era una rosa blanca; pretendientes ambos al trono de Inglaterra, ambas familias reales tenían origen común en la Casa Real de Plantagenet, como descendientes del rey Eduardo III.

Las disputas terminaron con el enlace de Eduardo VII (rosa roja) con Isabel de York (rosa blanca), naciendo una nueva rosa heráldica; la Rosa Tudor que juntaba los dos colores.

La rosa roja de Lancaster era la rosa “gallica officianalis”, o “rosa del boticario”, porque era utilizada por los boticarios árabes por su aplicación medicinal, ya que los pétalos conservan su perfume aún secos. Era un híbrido de la phoenicea , un rosal trepador y la gallica .

La rosa blanca de York, o semidoble Rosa Alba, era un híbrido entre la rosa salvaje y la rosa damascena perfumada Rosa Dulce.

Casi todas las clases más apreciadas de rosas eran híbridos, a partir de las rosas salvajes de cinco pétalos.

En el Ulsters hay gran tradición de buscar híbridos especialmente hermosos de rosas, puede que tenga algo que ver con su aficción el que el dialecto más importante del ulster es de “Rosses”, palabra que nos recuerda el término latino que designa la flor.

No todas las clases de rosas son igualmente conocidas, hay variedades que son poco habituales a pesar de su belleza, ya que solemos tener en nuestros balcones y jardines sólo las que son más conocidas.

En Irlanda del Norte existen una clase de rosas llamada “rosas del Ulster”, son una variedad en forma de ramillete y mediano tamaño, que cada vez adquieren más notoriedad y fama gracias a haber conseguido el primer premio de la Royal Nacional Rose Society para la más bella “rosa nueva” cultivada, que fue asignado seis veces al Ulster, a pesar de la durísima competencia, en el año 1958 con la “Llama de Dickson”, en 1961, con “Maliciosa”, en 1963, con “Isabel de Gladis”, en 1965, con “Abuelo Dickson”, en 1967, con “Ciudad de Belfast”, y en 1968, con “Molly McGredy”.

Las variedades Ulster se pueden ver en muchos jardines ingleses, y también en los jardines experimentales más importantes del mundo, como los de París, La Haya, Ginebra, Copenhague, Nueva Orleáns, Roma, Madrid y Tokio.

Una de las rosas más aclamada ha sido la floribunda “Oro Rojo”, de Patrick Dickson, una empresa de hibridación de Newtownards.

La afición por los híbridos de rosas se remonta atrás en el tiempo, ya en 1887, época de la Reina Victoria, las rosas híbridas eran las más admiradas en los jardines.

En 1898 fue presentada la primera rosa thea híbrida de Alexander Dickson, nieto del fundador de la Empresa de hibridación de Newtownards, la rosa “Señora W. J. Grant”, muy prolífera.

En 1905, Sam McGredy II, ganó la medalla de oro de la Nacional Rose Society con su primera rosa thea, “Condesa de Gosford”-

En 1914, Dickson causó sensación presentando la “Señora Gemís Quin” de color amarillo cromo, generalmente conocida como la primera variedad de planta robusta y de fuerte crecimiento, ésta rosa fue también la que consiguió la medalla de oro en la famosa exposición de rosas del parque de Bagatelle de París.

En 1918, McGredy, repitió su éxito con “Rosa Reina Alejandra” en dos colores: bermellón brillante y oro viejo.

La fama de las rosas del Ulster comenzaba su leyenda.

Rosal Floribunda

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