domingo, 9 de mayo de 2010

MAGIA EN EL JARDÍN

“Fantasma, fantasma, que caminas de noche, muy derecho te viniste, y muy derecho te irás” (Boccaccio “Novela de la Belcore”)

En las prácticas de magia más difundidas las plantas y las flores ocupan un lugar muy importante, la relación de éstas con el mundo misterioso y mágico hunde sus raíces en la antigüedad y se relaciona con los ritos paganos.
Las mentes más preclaras y científicas opinan, como Goethe, y Platón, que todo lo que hay de mágico y demoníaco en los sucesos y en las cosas consiste solamente en algo que permanece insoluble para la razón o para la ciencia, pero que transcurrido un tiempo puede ser entendido bajo el prisma transparente y esclarecedor de la ciencia.
La relación de los elementos florales y las hierbas con el mundo mágico que permite alcanzar al hombre objetivos a veces imposibles de otro modo, es fascinante, todavía hoy, hay muchos lugares y personas, que creen firmemente en su poder, más allá del demostrado como compuestos químicos que son, base de la farmacopea actual, y les atribuyen cualidades inexplicables para la ciencia.
Desde el ajo hasta el crisantemo
Hay un librito, que data de 1616, que recoge las creencias más conocidas hasta esa fecha en diversos lugares, recogiendo el uso que se les daba a bayas, hojas, flores y hierbas, de él son las siguientes indicaciones:
Ajo: Cuando hay que hacer frente a una situación que produce temor, basta poner en el bolsillo un pequeño envoltorio conteniendo un pedacito de plomo, un grano de sal y una cabeza de ajos; tomada esta medida, no se sentirá temor alguno y podremos enfrenarnos con valor a cualquier problema o situación.
Laurel: Un arbusto plantado en el umbral de la casa aleja los rayos e impide franquear el paso a personas que no nos quieran.
Caña de los pantanos: Se cree que resulta venosa para las serpientes y basta con llevar en la mano una caña para que los reptiles huyan aterrorizados.
Crisantemo de mayo o crisantemo partenio: Colgando en la puerta de la casa un crisantemo partenio, se puede estar seguros de que en el interior reinarán la paz, la armonía y el bienestar.
Ruda: Se considera llevar un pedacito de ruda como un talismán para los niños.
Hisopo: Preserva de cualquier maleficio que se pudiera sufrir por formularlo un rival en el amor.

Termómetro de la infidelidad
Se trata de una prueba mágica, relacionada con la “prueba de fuego” de los pueblos africanos y orientales, se recurre a ella para demostrar la infidelidad, basta con dar un golpe de bastón a una mata de verbasco en flor para saber por el numero de corolas caídas las infidelidades cometidas.

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