EL LICOR DEL SOLTERO

“Me iré al bosque, a mi jardín secreto, cogeré todos los frutos de los árboles y de los setos para extraer misteriosas esencias y delicados jugos, que te ofreceré en una copa de oro cuando vengas a mí, a conocer el amor.” (Al Shi-Dahim, de cuentos árabes)

Cuando se habla de filtros de amor y de pociones mágicas que intentan garantizarnos el amor, o reavivar sensaciones extinguidas, tenemos que tener en cuenta el conocido “licor del amor” o “licor del soltero”.

La preparación del licor es muy fácil pero un poco larga ya que no se terminará hasta bien entrado el otoño próximo. Si se quiere disfrutar de sus beneficios HAY QUE COMENZAR INMEDIATAMENTE.

LA RECETA

Se necesita un recipiente de vidrio que pueda cerrarse herméticamente de unos 3 litros de capacidad.

Se pone en el recipiente ½ litro de alcohol a 60º, luego cada veinte o veinticinco días hay que añadir un puñado de frutos del tiempo: peras, uvas, moras, manzanas, naranjas, ciruelas, higos, fresas, albaricoques, cerezas, melocotones…), también admite alguna nuez desmenuzada.

La fruta no tiene que pelarse, pero se han de quitar los huesos, entre una capa y otra de fruta se pone una cucharada de azucar.

A finales de octubre, cuando el recipiente este casi lleno, hay que añadir ½ litro de aguardiente, un poco de canela y 1 clavo de olor.

Una vez lleno el recipiente de fruta y completado con aguardiente y especias debe cerrarse cuidadosamente y ponerse en un lugar oscuro, como un armario, y dejarse para que los diferentes sabores impregnen el licor lleno de aromas.

En la próxima Navidad el licor estará a punto para saborearse.

Puede ser servido en vasos alargado con trocitos de frutas, como digestivo, sirviendo sólo el licor, como complemento de un plato de macedonia o helado o como fondo de una copa de nata.

Si se quiere conseguir el efecto que le atribuye el Cuento Árabe de Al Shi Dahim entonces hay que crear un ambiente adecuado, con luz tenue de velas azules y un mantel blanco, sirviéndolo en copas de cristal con un trocito de cada fruta que haya servido para prepararlo y entonces pedir a cada fruto que active en el ser elegido todos los sentimientos dormidos de la atracción y la sensibilidad al amor que se poseen para entrar en el nuevo año como un soltero que se plantea abandonar este estado.