“…Soberana panacea capaz de aterciopelar la piel del rostro, de los senos de marfil y de las suaves, blancas caderas…” (de una crónica del tiempo de Federico de Scala)

Atrás en el tiempo, cuando en Verona dominaba la familia Della Scala, capitaneada por el famoso Can Grande ocurrió que la mujer de F
El título, muy codiciado (todavía hoy se mantiene la tradición, que atribuye el título a algunas mujeres en una ceremonia, llamada la Fiesta del vino blanco Soave) designaba a
¿Por qué se designaban damas para probar el vino? Las castellanas de Suavia tomaban el blanco vino de las

UNA CURA DE BELLEZA INSÓLITA
Al parecer en los tiempos de los Della Scala la cura estaba muy de moda, pero la tradición se relaciona con un tiempo muy antiguo, incluso mitológico, ya que parece que las diosas del Olimpo utilizaban esta cura de belleza.
LA RECETA:
La cura tonificante a base de “suavísimo vino blanco de Suavia” se hace frotándose diariamente con una esponja las mejillas, los senos y las caderas, empapándola con vino muy fresco, a ser posible, por la tarde, después de un relajante baño reparador.
El vino debe ejercer su acción sobre nuestra piel durante 10 minutos, así es absorbido, y para completar el beneficioso efecto de belleza, debemos friccionarnos con agua de rosas después.
Los efectos serán un colorido más sano, tejidos más elásticos y vigorosos y lenta desaparición de la celulitis, si no es muy abundante.
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