“Deseo cantar al suave Eros cubierto de guirnaldas llenas de flores, a Eros que domina a los hombres, Señor de los dioses” (Anacreonte)
Cuando no existían los antibióticos ¿cómo se curaba la gripe? se conservan sabios proverbios, como el que aconsejaba para curarse hacer tres cosas: calor de cama, jugo de gallina y licor de cantina.
Así que los remedios caseros pasaban por guardar cama y sudar, y tomar un buen caldo, y algo de licor para entonarse, además de esta forma de enfrentarse al enfriamiento, se utilizaba la quinina que durante mucho tiempo fue, en la práctica, el único remedio contra la fiebre y la malaria.
¿Pero, y antes de conocer la quinina, que vino de América, que se utilizaba en Europa? Aunque parezca mentira el emperador Carlomagno se interesaba por las hierbas aromáticas, en sus famosos“Capitulares” ordenaba que éstas plantas fuesen cultivadas en abundancia porque eran buenas para curar el cuerpo.
En la antigüedad se vencieron epidemias y pestes con la ayuda de hierbas aromáticas utilizadas como antisépticos, preparadas de diversas formas, quemadas (para purificar el aire), frotadas sobre el cuerpo (para desinfectar llagas), puestas en agua para matar gérmenes, o mezcladas con los alimentos para prolongar su conservación, una de las más beneficiosas es el TOMILLO, muy valioso contra las infecciones por lo que fue conocido como “el antibiótico de los pobres”, en sus hojas tienen un potente antiséptico, el “timol”, un bactericida natural, gracias a él, el tomillo sirve para cicatrizar heridas o curar afecciones de la piel, e incluso ataques de reuma.
LAS RECETAS
Té de la pastorcilla: Poner en infusión una rama de tomillo en ¼ litro de agua hirviendo, esta tisana se debe tomar bien caliente y azucarada, al menos 4 veces al día, fuera de las comidas, sirve para curar la gripe y el resfriado.
Emplasto de Tomillo: Si se tienen dolores en una articulación, tomar tomillo seco, ponerlo a remojo en agua caliente hasta que se resplandezca,después machacar hasta reducirlo a un emplasto, poner en una olla esmaltada y calentar al baño maría, cuando las hojas están calientes, se envuelven en una gasa y se aplican a la parte dolorida. Sobre el emplasto, para mantenerlo caliente, se pone una bolsa de agua caliente. También sirve para curar llagas.
Baño antiartritis: Poner una rama gruesa en el agua del baño muy caliente, y sumergirse en ella, durante al menos, ¼ de hora en completo relax.
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