martes, 16 de febrero de 2010

MASCARILLA DE FRESAS

“La imagen de mí mismo quiero que siempre sea de veinte años, como en un retrato; … ahora que mi jardín está todavía en flor…” (Guido Gozzano “Los coloquios”)

La belleza y la salud a veces van unidas, encontrar un rostro luminoso y limpio es símbolo de juventud y de sentirse saludables ¿por qué no cuidar que se prolongue en el tiempo, con cuidados, una tez perfecta?, hay muchos cosméticos en el mercado, pero si a nuestras abuelas y antepasadas les funciono una receta casera, no debemos despreciar utilizarla también hoy como ayer, porque a veces lo simple y natural es más apropiado que los caros y complicados compuestos actuales.

El uso constante de un producto de belleza conduce a que la piel se habitúe a él, por eso, es aconsejable alternar el uso de cosméticos con el empleo de recursos naturales que consigan similares resultados, de vez en cuando.

Una perfumada máscara de fresas

Las fresas, frutos ricos en vitaminas, y muy energéticos, también sirven para evitar las arruguitas de la piel y hacerla más tersa y suave.

LA RECETA:

Aplastar con un tenedor, o mejor con la batidora, un puñado de fresas, mejor pequeñas (del bosque) y maduras. La pasta así obtenida, debe ser esparcida abundantemente sobre el rostro y el cuello, dejando libre la zona que rodea a los ojos.

Mientras debemos tendernos en la cama unos 20 minutos, en completo relax, a oscuras. Sería conveniente, aprovechar y poner sobre los ojos unos algodones empapados en manzanilla y o en agua de rosas.

Pasados 20 minutos, la máscara de fresas debe quitarse con agua tibia, tratando de no frotar muy a fondo la epidermis para que la acción de las fresas se prolongue lo más posible en la piel. No se debe maquillar la cara hasta por lo menos 1 hora después.

Esta cura, muy eficaz y fresca, debe ser repetida 2 veces a la semana durante 1 o 2 meses, según la necesidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails