Un paseo por el huerto

“Repartido entre la sombra y el sol; tranquilo con el agua quieta en el pozo y en la cisterna; los árboles frutales a igual distancia, el huerto aún no es campiña…” (P. Bargellini-“Ancha Vía”)

Un huerto bien cuidado es un lugar ideal para pasear y ordenar la mente, lleno de curiosidades interesantes, y lleno de color, tal vez podamos mirar unas berenjenas de color violeta, el verde esmeralda de un laurel, carmines, rojos, amarillos…, cada color y planta en su lugar, soleado o umbrío, esperando sus momentos de florecer y destacar en el conjunto, como un concierto, en el que cada parte espera su entrada musical a las ordenes del director de orquesta.

El árbol de los tomates

Seguro que si vemos un árbol de tomates nos sorprendemos, sobre todo en ésta tierra de agricultores e invernaderos, en que la planta del tomate esta por doquier, pero todo tiene una explicación científica, o eso quisieran los que no creen en prodigios, brujas, y enigmas mágicos.

El fenómeno se explica con la planta Cyphomandra betacea, de la familia de las Solanáceas., especie que proviene de Nueva Zelanda y Brasil, que adquiere un simpático aspecto de arbolito y puede alcanzar una altura de 2 o 3 metros, cubriéndose de bellas hojas ovaladas de color verde intenso, de hasta 30 cm. de longitud.

Esta planta, que en invierno vive incluso en el interior, a finales de primavera se recubre de bellísimas flores amarillas; luego, cuando suben las temperaturas, produce gran cantidad de frutos ovalados, reunidos en racimos de color rojo muy intenso.

El sabor y el perfume que desprenden estas bayas exóticas es muy parecido al de los tomates de calidad, y de cada árbol se pueden recolectar hasta unos 20 kilos.

Las rojas bayas de la Cyphomandra betacea se pueden tomar crudas, o pueden utilizarse para preparar mermelada o salsas.

En Colombia y Ecuador, estas bayas y sus hojas, tienen usos medicinales, utilizándose, previamente calientes, como emplastos, para curar afecciones de garganta y tomando el fruto, para combatir estados griposos. En Venezuela se utilizan los frutos por su recocida acción benéfica para combatir la anemia, ya que eleva los niveles de hemoglobina.

RECETAS:

Exquisita mermelada de “Tomate” de árbol

Poner 1 kilo de bayas de Cyphomandra betacea, lavados y troceados, en 250 gramos de azúcar, y dejar que cueza a fuego muy lento durante 1 hora, moviendo la mezcla para que se disuelva bien el almíbar con la fruta, pasar después la minipimer por la mezcla y guardar en tarros de cristal herméticos, se consigue una mermelada original, de la que se puede dar a probar a algún entendido, en la seguridad de que pierde la apuesta de adivinar cuál es el ingrediente principal, su sabor es suave y diferente.

Salsa hogareña

Para prepara esta salsa que se sirve con platos de carne, se necesitan 20 frutos de Cyphomandra, 5 hojas de albahaca, azúcar, un poco de coñac, un trocito de pepinillo y zumo de limón.

Poner a cocer los frutos, con las hojas de albahaca, el trocito de pepinillo y 2 cucharadas de coñac, cuando la salsa se vuelva densa, añadir el zumo de ½ limón y 1 cucharadita de azúcar, mover y si se desea no encontrar trocitos, pasar por la turmix. Se sirve como salsa caliente o fría para acompañar cualquier carne a la brasa.